Con esfuerzo, dedicación y una gran pasión por la natación, Luján Vilca continúa su camino en la alta competencia. Luego de participar en el preselectivo nacional de natación para personas con síndrome de Down en General Pico, La Pampa, la joven atleta quiaqueña regresó a su ciudad para intensificar su preparación junto a su entrenadora, Celia Zenteno, con la mira puesta en los próximos desafíos.
La experiencia en La Pampa fue enriquecedora, tanto para Luján como para su equipo de trabajo. “El preselectivo nos dejó muchas indicaciones del cuerpo técnico. Ahora tenemos que centrarnos en corregir errores mínimos pero importantes para la competencia. Es fundamental trabajar sobre la técnica y mejorar las marcas”, explicó la profesora Zenteno.
Luján, quien ya se destaca en los estilos crol y espalda, ahora debe reforzar su entrenamiento en pecho y mariposa, dos técnicas que aún no domina completamente pero que serán clave en su evolución como nadadora. “Debemos prepararla en los cuatro estilos. Aunque todavía no ha competido en pecho o mariposa, estamos entrenando para ampliar su capacidad y determinar cuál será su mejor especialidad en el futuro”, detalló la entrenadora.
El próximo gran desafío en el calendario de Luján será el cuarto encuentro nacional de natación para personas con síndrome de Down, que se realizará en mayo en Neuquén. Allí deberá bajar sus marcas para avanzar a la siguiente fase de la preselección. De lograrlo, será convocada a una nueva concentración en junio o julio, con el objetivo final de integrar la delegación que competirá en los Juegos Panamericanos de San Juan en octubre.
El compromiso de la Municipalidad de La Quiaca ha sido clave en este proceso. La gestión del intendente Dante Velázquez ha garantizado la disponibilidad total de la pileta municipal para que Luján pueda entrenar sin restricciones de horarios. “Desde el área de Deportes nos han brindado un gran apoyo. Hay detalles a mejorar en cuanto a infraestructura y métodos de entrenamiento, pero lo estamos resolviendo”, destacó Zenteno.
Desde su regreso, Luján ha retomado sus entrenamientos con un régimen de doble turno, aumentando gradualmente la intensidad. “En La Pampa entrenamos dos horas por la mañana y dos por la tarde. Ahora estamos adaptando su rutina para que pueda sostener ese ritmo y potenciar su velocidad y resistencia”, explicó la entrenadora.
Por su parte, la protagonista de esta historia no oculta su entusiasmo. “Me sentí muy feliz en La Pampa”, expresó con una sonrisa que refleja su determinación. La joven nadadora sigue escribiendo su propia historia en la natación argentina, con la esperanza de representar a su país en las grandes competencias internacionales.